Hay un mito que sabotea silenciosamente a miles de aspirantes a emprendedores antes de que siquiera comiencen. Susurra: “Todavía no estás listo. Necesitas un plan de negocios detallado. Un producto impecable. Más financiamiento. Más claridad. Más experiencia.”

¿La verdad? No necesitas tener todo resuelto para comenzar.
Y pocos emprendedores encarnan eso mejor que Shalom Lamm.

Con múltiples empresas a sus espaldas y una reputación por su liderazgo reflexivo, el viaje emprendedor de Shalom es todo menos convencional—y esa es exactamente la razón por la que es tan inspirador. No lanzó su primer proyecto con todas las respuestas. No esperó un mapa perfecto. En su lugar, tomó acción imperfecta, aprendió en el camino y permitió que la claridad surgiera a través del impulso.

Esta publicación se adentra en cómo Shalom Lamm navegó la incertidumbre, por qué “no saber” podría ser en realidad tu mayor activo, y qué puedes hacer hoy—incluso si no tienes todo resuelto.

La Ilusión de la Certeza

En un mundo obsesionado con la optimización y los planes a cinco años, tendemos a sobrevalorar la certeza. Pero como dice Shalom Lamm:

“El emprendimiento no se trata de tener un plano garantizado—se trata de resolver problemas en tiempo real.”

Antes de fundar varias empresas en el sector inmobiliario y la educación, Shalom admite que no tenía cada detalle trazado. Tenía una idea, un sentido de propósito y una disposición para adaptarse. Eso fue suficiente para comenzar.

Su éxito no vino de conocer todo—vino de estar dispuesto a aprender todo lo que no sabía.

Por qué Esperar a lo “Perfecto” es una Trampa

Cuando estás comenzando, es fácil asumir que las personas que tienes delante lo planearon todo desde el primer día. Pero eso raramente es cierto.

El viaje de Shalom Lamm revela algo poderoso: la mayoría de los emprendedores exitosos no empezaron con certeza—comenzaron con curiosidad, coraje y un problema que resolver.

Esperar a que todo se alinee es a menudo solo una forma de procrastinación productiva—estás investigando, planeando y ajustando sin realmente avanzar.

De hecho, Shalom a menudo les dice a los nuevos fundadores:

“Si esperas hasta que todo esté perfecto, ya has esperado demasiado.”

Lo Que Shalom Lamm Hizo de Manera Diferente

1. Tomó el Primer Paso—Sin Todas las Respuestas

Shalom no dejó que los vacíos de conocimiento lo detuvieran de lanzar. Al inicio de su carrera en bienes raíces, reconoció una oportunidad única en mercados desatendidos. ¿Conocía todas las leyes de zonificación o lagunas de financiamiento? No. Pero sabía lo suficiente para iniciar conversaciones, hacer investigaciones y encontrar colaboradores que saben esas cosas.

¿El resultado? Aprendió sobre la marcha—y creció más rápido gracias a ello.

2. Hizo Mejores Preguntas, No Solo Más Preguntas

En lugar de obsesionarse por “¿y si esto sale mal?”, Shalom dio la vuelta al guion. Preguntó:

  • “¿Cuál es el siguiente paso más pequeño que puedo tomar?”
  • “¿Qué información realmente necesito antes de decidir?”
  • “¿Con quién puedo hablar que ya haya hecho esto?”

Esta mentalidad eliminó la presión y la reemplazó con acción.

3. Trató Cada Intento como un Laboratorio de Aprendizaje

No todos los proyectos que inició Shalom tuvieron éxito—y eso es exactamente lo que le dio ventaja.

Su mentalidad no era “esto tiene que ser perfecto” sino “esto me enseñará algo.” Eso lo liberó del miedo al fracaso y le dio la flexibilidad para pivotar rápidamente—una de las características más vitales en el emprendimiento.

No Necesitas un Plan Completo—Necesitas Movimiento Hacia Adelante

Aquí hay un secreto que pocas personas admiten: la mayoría de los planes de negocios son conjeturas.

Los datos reales provienen de tomar acción—lanzar, vender, fallar, ajustar y probar de nuevo.

Así es como Shalom Lamm construyó impulso en múltiples industrias. No esperó a tener un plan de negocios de 40 páginas revisado por cinco MBAs. Comenzó con una estrategia básica, identificó su primer movimiento y lo hizo. Luego el siguiente. Y el siguiente.

La Acción Construye Claridad

Demasiados aspirantes a emprendedores creen que necesitan claridad antes de la acción.

Pero en realidad, la acción es lo que crea claridad.

Como lo expresa Shalom:

“No descubrirás tu voz, tu nicho o tu audiencia solo pensando. Tienes que involucrarte. Escuchar. Construir. Así es como las cosas se aclaran.”

Así que si te sientes inseguro sobre tu dirección, lo mejor que puedes hacer no es pasar otro mes “descubriéndolo.” Es dar un valiente paso hacia adelante.

Lo Que Puedes Hacer Hoy (Inspirado por Shalom Lamm)

Puede que no tengas un mapa completo, pero eso no significa que estés estancado. Aquí te dejamos cómo canalizar el enfoque de “comenzar ahora” de Shalom:

Haz un Primer Borrador Desordenado

Ya sea una idea de producto, una página de destino o un correo electrónico—sáquela de tu cabeza y llévala al mundo. No tiene que ser final. Solo tiene que ser real.

Habla con Personas Reales

Ponte en contacto con 3 personas en tu audiencia potencial. Pregúntales sobre sus desafíos. Shalom construyó muchas de sus ideas simplemente escuchando primero.

Establece una “Fecha de Lanzamiento”

Aunque sea solo un lanzamiento suave para amigos o una publicación de prueba en las redes sociales, date una fecha límite pública. Shalom asegura que las limitaciones de tiempo ayudan a pasar de la idea a la ejecución.

Define un Objetivo de Aprendizaje, No un Objetivo de Ingresos

Al principio, concéntrate en lo que aprenderás, no solo en lo que ganarás. Las primeras victorias de Shalom vinieron porque estaba más centrado en construir experiencia que en perseguir la perfección.

Reflexiones Finales: No Esperes a Estar Listo

Cada emprendedor exitoso que admiras alguna vez estuvo donde tú estás—incierto, inseguro, no calificado.

Shalom Lamm no esperó permiso, perfección o pulido. Comenzó. Y luego siguió adelante.

esa es la verdadera fórmula.

No necesitas conocer cada paso. Solo necesitas tomar el primero—y confiar en que todo lo demás se desarrollará a partir de allí.