Los estadounidenses adoran a sus perros, y con 68 millones de hogares acogiendo al menos un compañero canino, está claro que son miembros de la familia tanto como mascotas. Pero aunque los perros traen comodidad y alegría, también pueden traer peligro, especialmente cuando viajan en el coche.

En 2023, la Administración Nacional de Seguridad Vial (NHTSA) registró 40,901 fatalidades por vehículos de motor. La mayoría estaban vinculadas a exceso de velocidad, conducir ebrio o no usar cinturones de seguridad. Pero un alarmante 3,275 muertes fueron atribuibles a la conducción distraída. Si bien los teléfonos móviles dominan la conversación sobre la conducción distraída, los perros son una parte creciente y poco reconocida del problema.

Este nuevo estudio de DeMayo Law Offices explora qué razas de perros son más propensas a causar accidentes, por qué sucede y qué pueden hacer los conductores para mantener a sus mascotas y a sí mismos a salvo.


La obsesión de América por los perros se encuentra con la carretera

La tenencia de mascotas está en auge. Aproximadamente 94 millones de hogares en EE. UU. tienen una mascota, con los Millennials (30%) liderando, seguidos de cerca por los Baby Boomers y la Generación X. Los perros siguen siendo la mascota favorita de América, con casi 90 millones a nivel nacional; eso es un perro por cada cuatro personas.

El gasto refleja esta devoción. En 2024, los estadounidenses gastaron $151.9 mil millones en sus mascotas, con proyecciones para 2025 que se acercan a $157 mil millones. En promedio, los hogares gastan alrededor de $1,733 anuales en mascotas, y los perros representan la mayor parte: aproximadamente $1,533 al año en alimento, atención veterinaria, cuidado, juguetes y más.

Más allá de la inversión financiera, los perros ofrecen innumerables beneficios: el 80% de los dueños dicen que su perro reduce la soledad, y más de la mitad informa que alcanza los objetivos de ejercicio semanal recomendados gracias a paseos regulares. Sin embargo, a pesar de la alegría que traen, los perros en los coches representan un riesgo oculto.


Los perros en los coches: un serio peligro al conducir

Los datos de fatalidades por conducción distraída de la NHTSA destacan una tendencia preocupante: 1 de cada 4 dueños de mascotas admite sostener a su perro al frenar, y casi el 20% admite bloquear a su perro para que no suba al asiento delantero durante la conducción.

Los estudios muestran que los conductores mayores que siempre viajan con mascotas experimentan casi el doble de la tasa de accidentes que aquellos que no lo hacen. Alarmantemente, el 84% de los dueños de perros transportan a sus mascotas sin ningún tipo de restricción, mientras que el 52% acarician a sus perros mientras conducen, y el 17% deja que sus perros se sienten en su regazo.

Estos comportamientos no solo son distractores; son peligrosos. Los perros que viajan en el asiento delantero crean riesgos adicionales, desde que los conductores interactúan con ellos más frecuentemente hasta la amenaza letal de que se desplieguen los airbags durante un accidente.


¿Cuáles razas son las mejores—y peores—compañeras de viaje?

El estudio clasificó razas populares según su temperamento, tamaño y capacidad de entrenamiento para medir la “preparación para el coche”.

  • Mejores compañeros: Las razas grandes y entrenables como el Labrador Retriever, Golden Retriever y Poodle se clasificaron alto. Su temperamento calmado y su capacidad de respuesta los convierten en compañeros de viaje más seguros.
  • Compañeros desafiantes: Las razas más pequeñas e independientes como Teckels y Beagles fueron identificadas como más difíciles, ya que su terquedad y energía excitada pueden hacerlas impredecibles en el coche.
  • Consideraciones especiales: Las razas de cara plana como el Bulldog y Bulldog Francés enfrentan riesgos adicionales de respiración durante los viajes en coche, especialmente en climas cálidos.

Entre las razas menos populares, los compañeros más tranquilos como el Bergamasco y el Spaniel Sussex ocupan los primeros lugares para viajar en coche, mientras que las razas sensibles o ansiosas como el Sloughi y el Norwegian Lundehund fueron identificadas como malos pasajeros en el coche.


La física del peligro de las mascotas

Los perros sin restricciones no solo son distractores; pueden convertirse en proyectiles mortales. Las pruebas de seguridad muestran que un perro de 10 libras en un choque a 50 mph puede ejercer 500 libras de fuerza, mientras que un perro de 80 libras en un choque a 30 mph puede generar más de 2,400 libras de fuerza. Estas fuerzas son suficientes para causar lesiones graves a los pasajeros y matar a las mascotas.

Aún así, solo el 16% de los conductores usa actualmente restricciones. Opciones como arneses probados en choque, asientos elevadores y jaulas de viaje pueden reducir drásticamente estos riesgos.


Manteniendo a las mascotas y a las personas seguras

Más allá del equipo, los dueños deben preparar a sus perros para viajar. Entrenar comportamientos calmados, asegurarse de hacer pausas regulares y considerar el temperamento de la raza pueden reducir la distracción. Para viajes largos, planificar con alojamientos que acepten mascotas y evitar la exposición al calor en coches aparcados es esencial.

Si bien los teléfonos, la tecnología dentro del vehículo y otros pasajeros siguen siendo las principales fuentes de distracción, los perros añaden un riesgo único y prevenible. Con 94 millones de hogares teniendo perros, abordar este problema es más urgente que nunca.


Una última palabra

“Los perros son compañeros leales, pero en el coche, pueden convertirse rápidamente en peligros si se les deja sin restricciones,” dijo un portavoz de DeMayo Law Offices. “Conocer el temperamento de su mascota, invertir en restricciones adecuadas y poner la seguridad en primer lugar puede prevenir accidentes trágicos. Tanto las personas como las mascotas merecen llegar a casa sanas y salvas.”

Con los estadounidenses proyectando gastar más de $157 mil millones en mascotas en 2025, invertir en soluciones de viaje seguras es un pequeño precio a pagar para proteger a la familia, tanto humana como canina.